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Las cuatro ancianas de Albacete conocidas como “las abuelas del inglés» han cumplido su amenaza y han viajado a Londres esta misma mañana con el objetivo de mejorar su dominio de la lengua inglesa. La llegada de las mujeres al aeropuerto de Heathrow a las seis de la mañana ha levantado un revuelo mediático comparable a la agitación que generaban los Beatles en pleno apogeo. «Para los aficionados a la parapsicología, la presencia de unas albaceteñas en Inglaterra es histórica», reconoce la alcaldesa de Albacete, Carmen Bayod. La secretaria de interior británica, Theresa May, ha asegurado que «el Gobierno británico está al corriente de los incidentes que estas señoras han provocado al intentar hablar nuestro idioma. Hemos activado todas las alertas y estamos preparados para afrontar cualquier incidencia».
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Primeros incidentes paranormales
En estos momentos, las ancianas están visitando el centro de la ciudad con un guía español facilitado por la oficina de turismo británica. Las mujeres, sin embargo, rechazan la ayuda del guía e insisten en comunicarse por sí mismas con los nativos. Doña Maribí se ha elevado seis metros sobre el suelo al intentar explicarle a un taxista que su automóvil parecía un coche fúnebre y Juana, al decir «Picadilly Circus», ha provocado la aparición de muertos del franquismo en las pantallas gigantes de la célebre plaza londinense. «Esperamos que echen de menos el español y acabe pronto este calvario», explica el guía. Desde España, la Virtual Academia Española trabaja junto a las autoridades británicas para evitar que «las abuelas del inglés» olviden su lengua materna y sigan provocando el caos fuera de nuestras fronteras.
Juana, líder del grupo, afirma que no tienen ninguna intención de volver al español por ahora y asegura que los incidentes paranormales pronto serán algo «from the past», dado que es una situación pasajera mientras perfeccionan su inglés y se olvidan del español definitivamente. «Londres es una ciudad muy cosmopolita, igual que han acogido a inmigrantes de todo el mundo también deberían poder convivir con los infraseres que vayamos invocando estos primeros días», ha explicado en un inglés cada vez más depurado. Pese a todo, al acabar su declaración, en el asfalto de la calzada se ha abierto un agujero sin fondo del que ha empezado a emerger lava acompañada de gritos de un dolor infinito.